Tradición y patrimonio son los pilares sobre los que se asienta la cultura de un pueblo, por ello, sin descartar ningún ingrediente, es necesario incluir a todos.
Algunos creen que es una fiesta para degustar cosas ricas como empanadas y pasteles y se olvidan de colocar la "fuente" que soporta tales manjares.
La fuente sería, por ejemplo, tener presentes, en forma constante, algunas estrofas del Martín Fierro, analizándolas, pensándolas y relacionando cuán claras y útiles resultan hoy en día algunas afirmaciones sobre la naturaleza humana, puesto que muchos personajes y hechos de esa época se repiten en nuestra compleja realidad.
El poema de Hernández nos cuenta sobre los placeres culinarios propios de nuestra tierra, sobre lo que ella ofrece y se tiene a mano para cocinar y alimentarnos; habla sobrela construcción propia de la pampa, sus especies animales y vegetales, la indumentaria del gaucho, tan cómoda para las tareas del campo, las herramientas que utiliza para su labor, su pensar y sentir con respecto a la vida, a la tierra, a sus hijos y a su Patria.
Entonces, son bienvenidas las cosas ricas, acompañadas con la música y la vestimenta de campo, pero sin olvidar lo anterior.
Nuestra tradición nos habla de chamamés, pericones, empanadas, boleadoras, ranchos de adobe y paja, caballos y rastras, pampas infinitas y mulitas. Y la lista sigue...
La ignorancia y la indiferencia nacen del desconocimiento; es contra eso que luchamos los docentes, para lograr generaciones de argentinos más comprometidos con nuestro país y sus creencias, identificados con su pueblo y su tierra.
¡Qué vivan nuestras tradiciones!
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